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jueves, 18 de febrero de 2010

Estudi sobre conducció i cannabis (VI)

Otro poquito.

1ª Parte: AQUÍ.
2ª Parte: AQUÍ.
3ª Parte: AQUÍ.
4ª Parte: AQUÍ.
5ª Parte: AQUÍ.
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En contraste con los estudios mencionados, muchos otros han hallado que los usuarios de cannabis tienen casi el doble de probabilidades de ser responsables de un accidente (RP 1,7).


El Dr. Crouch encontró que el cannabis ha contribuido a la desaparición de 168 camioneros fatalmente heridos en todos los casos en los que la concentración sérica excedía 1 ng/mL.


El estudio del Dr. Terhune sobre 497 accidentes de tráfico reveló que los usuarios de cannabis tienen un porcentaje de responsabilidad del 76%, frente al 42.5% de los no usuarios. Sin embargo, un mayor y posterior estudio del mismo autor sobre 1.882 conductores muertos en siete estados de los EE.UU. no encontró diferencias entre los porcentajes de responsabilidad, y no está claro por que difieren las conclusiones de ambos estudios.


Desafortunadamente, muchos de los estudios que señalan con el dedo al cannabis, no tienen en cuenta el uso simultáneo de otras drogas, y dado que la mezcla de alcohol y cannabis es peor que el consumo de cualquiera de ellas por separado, no tomar en cuenta al alcohol exagera el papel jugado por el cannabis.


Mas aún, si la gente que asigna la culpabilidad por los accidentes conocieran los resultados del análisis de sangre, estarían más predispuestos, en igualdad de condiciones, a cargarle el accidente al fumador de cannabis, convirtiendo en círculo vicioso el argumento de que el uso del cannabis contribuye al accidente.


Los científicos solo pueden dibujar conclusiones sobre los efectos que el uso del cannabis tiene sobre la culpabilidad cuando la gente que asigna dicha culpabilidad está “ciega” (no saben quien usa cannabis). Probablemente, este fue el problema del estudio del Dr. Crouch.


En resumen, aunque los estudios de culpabilidad parecen contradecirse entre sí, todos concuerdan al afirmar que la combinación de cannabis y alcohol tiene peores consecuencias que el uso exclusivo de cannabis.


En general, los estudios de culpabilidad sufren de tres debilidades principales. La primera es el retraso existente entre el accidente y la toma de la muestra de sangre, que erróneamente clasifica a algunos usuarios de THC que estaban colocados en el momento del accidente como no usuarios; la segunda es el uso del metabolito carboxi-THC para identificar a los usuarios de cannabis, lo que puede llevar a identificar como “drogados” a gente que no lo estaba; y la tercera es el uso de calificadores que sabían quien había fumado antes de determinar al culpable.


Estudios de control de casos. ¿Mueren más a menudo los fumadores de cannabis en accidentes de tráfico que los que no lo son?


En contraste a los estudios de culpabilidad, los estudios de control de casos compara la prevalencia del uso del cannabis entre los conductores heridos o muertos en accidentes de tráfico con un “grupo de control” (o grupo de comparación) de otros conductores. El truco en estos estudios es seleccionar el grupo de control apropiado.


Un estudio de control de casos realizado por el Dr. Movig y su equipo en Holanda encontró un RP de 1,2 (no significativo estadísticamente) entre los fumadores de cannabis y los accidentes, incluso sin tener en cuenta el uso simultáneo de otras drogas.


De hecho, un análisis preliminar realizado por el mismo grupo que si controló el uso de otras drogas, generó un RP inicial de 3,0, lo que indica que, en realidad, el cannabis redujo el riesgo de accidente.


Un estudio reciente realizado por el Dr. Jones en Australia no encontró ningún incremento en el número de accidentes que tuvieron los fumadores de cannabis en el año anterior comparados con el grupo de control.


Contrariamente, algunos estudios de control de casos han encontrado incrementos en el riesgo de accidente. El Dr. Gerberich, en un gran estudio retrospectivo sobre 64.657 miembros del plan de salud de Carolina del Norte, halló un RP de 2,3 de riesgo de sufrir heridas en un accidente de tráfico sobre los consumidores de cannabis varones frente a los que no lo son.


El estudio francés del Dr. Mura sobre conductores heridos en las salas de urgencias calculó un RP de 2,5 para los fumadores de cannabis sobre los conductores sobrios, RP que aumentó al 4,6 cuando el cannabis se combinó con alcohol.


El estudio de los doctores Dussault y Brault, comparando el THC en sangre o el carboxi-THC en la orina de víctimas de tráfico, con pruebas similares en una encuesta a pie de carretera, calculó un RP de 2,2 en que el uso de cannabis conduce a heridas fatales. Otro estudio sobre 30.896 víctimas de accidentes halló que de los 1.647 fallecidos en los que el cannabis estaba presente en sangre, el uso del cannabis se asoció a un RP de 1,29, lo que indica un potencial comportamiento inseguro al volante precedente a la colisión.

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Saludos!


miércoles, 17 de febrero de 2010

Estudio sobre conducción y cannabis (V)

Y seguimos!

1ª Parte: AQUÍ.
2ª Parte: AQUÍ.
3ª Parte: AQUÍ.
4ª Parte: AQUÍ.

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Niveles en sangre y efectos subjetivos

Alcohol contra Cannabis


Figura 2: Los niveles séricos de etanol (cuadrados negros) van a la zaga de los efectos subjetivos (cuadrados blancos) porque la tolerancia se desarrolla con gran rapidez. Los efectos subjetivos del THC (círculos blancos) van detrás de los niveles séricos (círucols negros) porque el THC alcanza el cerebro más despacio de lo que lo hace el alcohol. BAL=Nivel de Alcohol en Sangre (Blood Alcohol Level)



Un estudio noruego que buscaba saber cuantos de los 589 conductores arrestados por positivo en cannabis y que fueron calificados como “clínicamente afectados” por un doctor de la policía, encontró que la mitad de aquellos que fueron declarados como “afectados” por el doctor tenían un nivel de THC en sangre superior a 2,5 ng/mL, y la otra mitad inferior, y las calificaciones por deterioro se incrementaron considerablemente a partir de los 3,0 ng/mL.


Como con todos los estudios científicos, hay algunos muy propensos a error. La orina sigue dando positivo por carboxi-THC mucho después de que los efectos del cannabis hayan desaparecido, así que los estudios que utilizan el carboxi-THC para clasificar a los conductores como usuarios de cannabis incluirán, erróneamente, tanto a conductores drogados como a los que no, haciendo que el cannabis parezca más seguro de lo que es en realidad.


El estudio de Colorado que halló que el cannabis no estaba asociado con un incremento en la responsabilidad de los accidentes utilizó la toxicología en la orina para confirmar el uso de drogas, así que, probablemente, incurrieron en este error.


Una espera de más de una hora entre la detención y el análisis de sangre puede hacer que la concentración de THC en sangre parezca menor de lo que es, lo que explica el fallo del Dr. Longo y otros a la hora de encontrar efectos adversos. Por supuesto el THC no se degrada en la sangre de una persona muerta, así que los estudios sobre víctimas de vehículos de motor no tienen este problema.


Los niveles de alcohol, que caen en línea recta, son más fáciles de calcular hacia atrás en el tiempo, hacia el momento del accidente. Más aún, el alcohol se disuelve en agua, y se mueve fácilmente a través del cuerpo, lo que significa que los niveles son prácticamente idénticos en la saliva, sangre o cerebro, no importa que medida se tome.


Esto no es cierto para el THC, que se disuelve en grasa, no en agua, y abandona rápidamente la corriente sanguínea para concentrarse en las células de grasa y en el tejido cerebral. Así se alcanzan picos en los niveles sanguíneos en pocos minutos, y a partir de ahí descienden rápidamente, y sabemos que el deterioro máximo por THC se alcanza una hora después de fumar, mucho después de que los niveles en sangre hayan caído. (Figura 2) Esto significa que intentar generar gráficos de deterioro contra niveles en sangre, lo cual funciona para el alcohol, es inútil para el THC.


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Para ir a la 6ª Parte, pulsa AQUÍ.


Saludos!

lunes, 15 de febrero de 2010

Estudio sobre conducción y cannabis (IV)

1ª Parte: AQUÍ.
2ª Parte: AQUÍ.
3ª Parte: AQUÍ.

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Estudios de Culpabilidad: Cuando dos coches chocan, ¿es el responsable del accidente el que más probablemente se encontrará bajo la influencia del cannabis?


Algunos investigadores han concluido que el hecho de conducir fumado no solo no incrementa la culpabilidad en los accidentes, sino que, en realidad, puede reducir el riesgo.


El análisis de muestras de sangre obtenidas de accidentes en Australia del Dr. Drummer encontró que los conductores que dieron positivo en cannabis eran menos propensos a ser declarados responsables por el choque. Otros muchos estudios no hallaron aumentos del riesgo de colisión con el cannabis.


El estudio en California del Dr. Williams sobre 440 muertes de hombres en accidentes de tráfico encontró que mientras el uso de alcohol estaba relacionado con la culpabilidad en la colisión, el uso del cannabis no. El estudio del Dr. Terhune sobre 1882 muertes en vehículos de motor calculó un RP de 0.7 para el cannabis, 7.4 para el alcohol y 8.4 para la suma de alcohol y cannabis.


El estudio de los doctores Lowenstein y Koziol-McLain's sobre 414 conductores heridos ingresados en el departamento de emergencias de Colorado arrojó un RP del 1.1, lo que, estadísticamente hablando, indica que el uso de cannabis no está realmente asociado con una mayor responsabilidad en las colisiones. El posterior, y más extenso estudio del Dr. Drummer sobre 3.400 muertes de tráfico a lo largo de 10 años y en tres estados de Australia reveló lo siguiente:


Niveles de Cannabis
en sangre
Ratio de probabilidades
(RP) para muerte en accidente
Solo presente
carboxi-THC
1,0
THC < 5 ng/dL1,0
THC > 5 ng/dL6,6

Por comparación, un nivel de alcohol en sangre del 0,15% (casi el doble del límite legal de la mayoría de estados) también causa un RP del 6.6. De hecho, en los 30 casos de este estudio en los que un conductor tenía un nivel sérico de THC superior a los 10 ng/mL, ese conductor fue declarado responsable del accidente. Cuando el cannabis se combinó con alcohol el riesgo fue aún mayor.


Un análisis posterior de los mismos datos ajustado a la edad y sexo de las víctimas encontró que el RP de chocar mientras se estaba fumado (pero nada más) descendía al 0,6 (lo que, estadísticamente, no es diferente de 1,0) contra el 7,6 del alcohol.


El estudio del Dr. Laumon sobre 10.748 víctimas francesas de accidentes de coche reveló que si bien las tasas entre conducir fumado o conducir borracho eran similares (cercanas al 3%), se asociaron al alcohol 10 veces más accidentes mortales que al cannabis. Al igual que el Dr. Drummer, apreció que cuanto mayores son los niveles de THC en sangre, mayor es el riesgo de accidente, y calculó un RP de 4,7 para niveles en sangre superiores a 5 ng/mL, muy similar al cálculo de 6,6 por parte del Dr. Drummer.


El amplio y bien conocido estudio del Dr. Longo sobre conductores hospitalizados por heridas en el sur de Australia mostró que conducir fumado no afecta, en general, al riesgo de accidente, aunque este riesgo aumenta (o disminuye) dependiendo de la concentración de THC en sangre.


¿Que significa “ajustado a la edad y el sexo"?


Imaginemos que intentas averiguar quien juega mejor a baloncesto, los hombres o las mujeres. Así que, aleatoriamente, seleccionas a un grupo de mujeres y otro de hombres y hallas que los hombres ganan más partidos que las mujeres. Podrías llegar a la conclusión de que los hombres juegan mejor al baloncesto que las mujeres.

¡No corras tanto! Los hombres también son más altos, de media, que las mujeres, y sabemos que eso, en baloncesto, ayuda. Supongamos que repites el experimento, pero ahora emparejas a hombres y mujeres de la misma altura y encuentras que ahora ambos sexos ganan el mismo número de partidos. Podrías haber hallado que una diferencia aparente entre hombres y mujeres desaparece al controlar la altura.

En la práctica, los científicos no han de repetir el experimento; pueden hacerlo estadísticamente siempre que puedan pensar en cual puede ser ese tercer factor. Si llevar lápiz de ojos dificultara la práctica del baloncesto y las mujeres fuesen más propensas a usar lápiz de ojos, podríamos sostener que las mujeres juegan peor si no somos capaces de pensar en este factor y controlarlo.


¿Que significan los niveles en sangre?


¿Que significa "5 ng/mL" en términos de daño actual? Es difícil de calcular, ya que los niveles de THC alcanzan su pico rápidamente tras fumar, y descienden también muy rápido, no como los niveles de alcohol, lo que hace casi imposible calcular el nivel en sangre en el momento del accidente basándose en la concentración de THC de la muestra de sangre obtenida posteriormente.


Cuando 1,276 motoristas suecos fumados fueron detenidos por la DUI, el nivel medio en sangre fue de 3.6 ng/mL en el momento de la muestra. Un estudio suizo similar sobre 440 sospechosos de la DUI encontró concentraciones en sangre de 5.0 ng/mL de media en el momento de la prueba, y, como vimos anteriormente, las concentraciones de 5 ng/mL se llevan mal con la conducción.


De estos 440 arrestados, 291 dieron positivo en THC y alcohol, y el nivel medio de THC fue de solo 2.3 ng/mL, lo que vuelve a sugerir que no hace falta gran cantidad de THC si se combina con alcohol para obtener unos daños más que obvios para la policía.

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Para ir a la 5ª parte, pulsa AQUÍ.

Saludos!

sábado, 13 de febrero de 2010

Estudio sobre conducción y cannabis (III)

Continuamos con la 3ª entrega de este interesante estudio.


Puedes leer la 1ª parte AQUÍ.

Puedes leer la 2ª parte AQUÍ.


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“El uso de cannabis incrementa el tiempo de reacción y el número de respuestas incorrectas ante emergencias.”


Así que, para resumir los estudios sobre simulador y en carretera: Parece que el uso de cannabis empeora algunas habilidades de la conducción (funciones automáticas como el seguimiento) en dosis tan bajas como un tercio de porro, pero otras habilidades (funciones complejas que requieren del control consciente) no quedan dañadas hasta llegar a altas dosis, y los usuarios experimentados de cannabis parecen ser capaces de compensar estos déficits conduciendo con más cuidado. Sin embargo, los sucesos inesperados son todavía difíciles de manejar bajo la influencia del cannabis, y un poquito de alcohol más un poquito de cannabis causan mayores daños que el uso de una única droga.


El alcohol parece empeorar más a aquellas tareas que requieren del control consciente que a las que utilizan el control automático, mientras que el cannabis, a dosis comparables, empeora más el control automático. Los efectos negativos de ambas drogas sobre la conducción se suman si se consumen juntas e incluso pueden sinergizar. Sin embargo, los fumadores crónicos de cannabis resultan menos afectados tanto por el alcohol como por el cannabis de lo que se podría pensar.


Una de las debilidades de estos estudios de conducción es que el sujeto sabe que está siendo observado y evaluado, así que hará todo lo posible para conducir bien. Sin embargo, la conducción segura no depende solo de la capacidad, sino también del comportamiento, y cosas como la búsqueda de emociones, la ira o la asunción de riesgos tienden a no mostrarse en este tipo de tests. Estos estudios son una buena medida de lo que los conductores son capaces de hacer, no de lo que los conductores realmente hacen, así que se podría subestimar el riesgo. Son necesarios datos reales sobre accidentes en carretera para poder saber lo que la gente hace realmente.


Los estudios epidemiológicos intentan medir el riesgo actual de que un conductor pueda causar un accidente bajo la influencia de una droga respecto a una persona sobria conduciendo bajo circunstancias similares.


El riesgo relativo se expresa en la forma de “ratio de probabilidades” (RP), que es un multiplicador debido al mayor riesgo de accidente derivado de conducir bajo los efectos del cannabis. Por ejemplo, un ratio de probabilidades de 2.0 significa que estar colocado dobla las probabilidades de experimentar los efectos en cuestión, que en el caso que nos ocupa, puede ir desde tener un accidente de coche o ser declarado responsable de uno hasta morir en dicho accidente. Un RP de 1.0 significaría que no hay efecto, y un RP de 0.5 indica que el riesgo se reduce a la mitad.


Los epidemiólogos toman dos aproximaciones diferentes. La primera son los estudios de culpabilidad, que clasifican a conductores que han chocado de acuerdo a su grado de responsabilidad (culpabilidad) en el accidente, y entonces se compara el uso del cannabis en cada categoría. Si se encuentra un mayor uso de cannabis entre los responsables de los accidentes se considera que el cannabis aumenta el riesgo de accidente. El segundo caso son los estudios de control. Discutiremos cada uno por orden.




¿Cual es la diferencia entre el delta9-THC y el carboxi-THC?

El compuesto delta9-tetrahidrocannabinol (delta9-THC o THC), que está presente en el cannabis, es el principal responsable de que la gente se sienta colocada. Alcanza el punto álgido en sangre en unos minutos, pero el 90% desaparece en una hora.

El delta9-THC se metaboliza en 11-OH-THC (11-hydroxi-THC o ácido THC-carboxílico), quien también contribuye al colocón. Este compuesto permanece en la sangre durante horas, y también es absorbido por las células de grasa, lo que lo hace mucho más duradero en nuestro cuerpo.

Este metabolito, el 11-hydroxi-THC, se metaboliza posteriormnte en THC-COOH (carboxi-THC), que abandona el cuerpo en forma de orina. El Carboxi-THC no es psicoactivo, puede tardar horas en aparecer en la orina y semanas parar eliminarse totalmente del cuerpo. La confusión deriva de que las tres moléculas se abrevian como “THC”, lo que lleva a un sinfín de discusiones sobre cuanto tiempo permanece el THC en el cuerpo.

Ahora se ve más claramente por qué las mediciones basadas en carboxi-THC son una mala manera de descubrir si alguien está drogado. No solo no responde a la cuestión, sino que la hace más confusa. Desafortunadamente, los tests de sangre para el delta9-THC no estuvieron disponibles hasta 1998, así que antes de esa fecha, eso era lo que utilizaban los científicos.

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Para ir a la 4ª Parte, pulsa AQUÍ.

Saludos!

jueves, 11 de febrero de 2010

Cannabis medicinal. ¿Hacia adelante o hacia atrás?

Leemos con preocupación en la International Association for Cannabinoid Medicines (IACM) que el gobierno federal de los Estados Unidos ha decidido poner freno a las investigaciones terapéuticas con cannabis inhalado.

Bajo el argumento de que su principal objetivo son las consecuencias negativas del consumo de cannabis, la NIDA (National Institute on Drug) se dedica a denegar o responder fuera de plazo todas las solicitudes recibidas para iniciar nuevas investigaciones.

Desde El Panchi no podemos evitar preguntarnos si un gobierno que no promueve cualquier investigación que pueda ayudar a mejorar la salud de sus enfermos o su calidad de vida es un gobierno al que le importan sus ciudadanos.

Y solo nos queda desear a todos los responsables que deniegan estos estudios que nunca les hagan falta.

¡Saludos!


Fuente: Aquí.

Esudio sobre conducción y cannabis (II)

Seguimos con la traducción del estudio publicado por Erowid.
Puedes leer la primera parte AQUÍ.

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Estudios sobre conducción y simulador: ¿El consumo de cannabis perjudica al rendimiento en las pruebas de conducción?



Simulador de conducción

Figura 1: Ejemplo de un simulador de conducción.

Foto de Colorado State University


Extrañamente, dados los alarmantes resultados de los estudios cognitivos, la mayoría de los conductores fumados no parecen resultar particularmente perjudicados en las actuales pruebas de conducción. Fumadores experimentados que condujeron en un circuito establecido casi no mostraron deterioros bajo la influencia del cannabis (excepto cuando este se combinó con alcohol).


Algunos científicos han sugerido que la razón por la que los conductores colocados no chocan más en las simulaciones de laboratorio o la pruebas en carretera, a pesar de tener sus facultades evidentemente deterioradas, es por que dichos usuarios tienden a pensar que están más colocados de lo que realmente están, con lo que intentan hacer todo lo posible para compensarlo. Por contra, los conductores bebidos normalmente creen que están menos borrachos de lo que realmente están.


Dada una dosis de 7 mg de THC (alrededor de un tercio de porro), los conductores se evaluaron a si mismos como con las facultades mermadas, aunque sus capacidades de conducción no lo estaban. En contraste, con una concentración de alcohol del 0.04% (un poco menos de dos latas de cerveza; la mitad del límite legal en la mayoría de estados de EE.UU.), la capacidad de conducción se vio afectada aunque los conductores se evaluaron a si mismos como en perfecto estado. Los fumadores de cannabis creen que conducen peor cuando están colocados, por lo que lo hacen de forma más prudente.


¿Que quieren decir los científicos cuando hablan de “conducción más prudente?

Los conductores fumados incrementan la distancia con el vehículo precedente, intentan adelantar menos y conducen más despacio. Todo lo contrario se aplica a los conductores bebidos.


Un análisis de ocho estudios realizados en simulador y siete estudios realizados en carretera reveló que el consumo de cannabis se asocia tanto a un pobre control de los carriles como a la reducción de la velocidad para mantener dicho control. En siete de diez estudios citados en el análisis, los conductores fumados condujeron más despacio, incluso cuando se les dieron instrucciones explícitas de mantener una velocidad mayor, y un estudio más reciente sobre simulador publicado en 2008 llegó a las mismas conclusiones. Dos estudios en simulador mostraron que la tendencia a adelantar disminuía con el uso del cannabis, pero aumentaba con el uso del alcohol.


Un estudio en simulador y dos en carretera revelaron que los conductores fumados tendian a incrementar la distancia entre ellos y el vehículo precedente. Otros estudios afirman que el uso del cannabis no perjudica a la detección de señales, a un cambio brusco de carril o a la detección (y respuesta) de situaciones peligrosas.


"En siete de diez estudios citados en un análisis, los conductores fumados condujeron más despacio aunque se les dieron instrucciones explícitas de mantener una velocidad mayor, y un estudio más reciente sobre simulador publicado en 2008 llegó a las mismas conclusiones."


Aún y así, los fumadores de cannabis no pueden compensarlo todo intentando conducir con más cuidado. El uso del cannabis incrementa el tiempo de reacción y el número de respuestas incorrectas ante emergencias. Los conductores fumados no son capaces de compensar la desviación estándar de la posición lateral (SDLP (en inglés), una medida de permanencia en el carril), que se incrementa con mayores dosis de THC. Esto es algo que no puede ser compensado conscientemente en la manera en que si pueden serlo otros aspectos de la conducción. Otros estudios hallaron una peor monitorización del velocímetro mientras se estaba fumado, un incremento del tiempo de decisión al adelantar y un incremento del tiempo necesario para frenar cuando un semáforo cambia repentinamente o ante sonidos inesperados. Dichos conductores también chocaron más frecuentemente ante un obstáculo aparecido repentinamente si habían consumido altas dosis de cannabis, aunque este último efecto no parece suceder a dosis menores.


Meta-análisis de alrededor de 120 estudios han hallado que, en general, cuanta más alta sea la concentración de THC en sangre, peor será la conducción, pero que los fumadores habituados muestran una menor disminución de sus capacidades que la que muestran aquellos fumadores ocasionales ante la misma dosis.


Esto puede ser debido a una tolerancia psicológica (del mismo modo en que los bebedores habituales pueden “retener su licor”) o porque, sencillamente, han aprendido a hacer las cosas mientras están fumados. El mayor deterioro en las capacidades de conducción se encuentra entre los 20 y los 40 minutos después de fumar, pero la gente suele volver a la normalidad a las dos horas y media, al menos aquellos que han consumido 18 mg de THC o menos (la dosis usualmente empleada de forma experimental para duplicar un porro).


Curiosamente, tres estudios informan de que los fumadores crónicos de cannabis resultan menos afectados por el alcohol en algunas mediciones que los no fumadores o los fumadores ocasionales.

Ya en 1970, el famoso investigador de drogas psicoactivas, Dr. Reese Jones percibió que el alcohol tenía menos efectos en grandes fumadores de cannabis. Un estudio realizado veinte años después mostró que los fumadores habituales de cannabis muestran una merma menor en sus capacidades periféricas de detección de señales cuando estaban bebidos que los fumadores ocasionales, y un estudio posterior aún halló que los usuarios regulares de cannabis, tras una ingesta de alcohol, muestran una menor reducción de su capacidad de seguimiento y un menor índice de mareos que los usuarios ocasionales ante la misma dosis de alcohol.


No están claras las razones de esto. Es posible que se trate de una “tolerancia cruzada” entre el cannabis y el alcohol a un nivel psicológico. También podría ser que aquellos que han aprendido a funcionar en un estado alterado de conciencia puedan también funcionar mejor en otro.

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Para ir a la 3ª Parte, pulsa AQUÍ.


Saludos!

miércoles, 10 de febrero de 2010

Estudio sobre conducción y cannabis (I)

La gente de Erowid ha publicado un interesante estudio sobre los efectos del cannabis en la conducción. Dicho estudio lo podeis leer (en inglés) AQUÍ.

Pero como no todo el mundo domina la lengua de Tony Blair (¿o era Shakespeare?), os traemos ese mismo estudio traducido a nuestro idioma.

De momento, aquí teneis la primera parte.

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¿Es seguro conducir fumado? Cannabis y Conducción

Un análisis científico de Erowid

por R. Andrew Sewell, Doctor en medicina

traducción por Ismael Sunyer

v1.0 - Feb 4, 2010



Introducción


Normalmente es complicado obtener información fiable sobre los efectos del uso del cannabis en la conducción. La propuesta de este análisis no es contestar a la pregunta, sino resumir las investigaciones científicas sobre el tema para que los conductores puedan realizar sus propias decisiones con mayor conocimiento; y, de paso, echar una mirada a como tratan los científicos de responder a tan difícil cuestión.


Los accidentes son la quinta causa de muerte en los Estados Unidos; casi la mitad son accidentes en vehículos de motor, en los que fallecieron 34,017 personas tan solo en 2008. Y dichos accidentes son la principal causa de mortandad en los menores de 30. La tasa de mortalidad entre adolescentes es cuatro veces superior a la de aquellos entre 25 y 69, y una cuarta parte de los muertos en accidentes de tráfico eran menores de 25.


El arquetipo asociado a un accidente de coche es el de un hombre joven a la búsqueda de emociones, con exceso de confianza, que conduce demasiado rápido, de madrugada, en un vehículo ajeno y sin llevar puesto el cinturón de seguridad o cualquier otra combinación de todo lo expuesto. Una cuarta parte de todas las muertes por accidentes de tráfico incluyen a un conductor con un nivel de alcohol en sangre de 0.01 g/dL (una octava parte del límite legal) o más, y en los conductores de 21, este porcentaje aumenta hasta el 40%. Los conductores con una condena previa de “Conducir bajo los efectos de...” fueron responsables del 7.2% de todos los accidentes en los que el alcohol estaba presente.


"El porcentaje de accidentes de tráfico en los que un conductor dio positivo en cannabis varía ampliamente en los informes publicados, del 6% al 32%."


Los fumadores adolescentes de cannabis tienden a ser un grupo superpuesto con los que mueren en accidentes de coche (el uso de cannabis se asocia con el consumo de tabaco, alcohol, uso de otras drogas, pobre rendimiento escolar y normalmente delincuencia (vandalismo, robo, conducción temeraria, etc).


El porcentaje de accidentes de tráfico en los que un conductor dio positivo por cannabis varía ampliamente en los informes publicados, del 6% al 32%. En un estudio, el 9.7% de los fumadores de cannabis afirmaron haber conducido bajo los efectos del cannabis (fumados) el año anterior; aquellos que admiten conducir fumados dijeron que lo hicieron una media de 8.1 veces durante el año. Entre las personas que buscan tratamiento por problemas con el cannabis, más de la mitad informaron de haber conducido fumados al menos una vez en el pasado año.


Una encuesta entre estudiantes británicos halló que más del 80% de ellos había conducido fumado, y una cuarta parte de ellos cree que ir fumado mejora su conducción. Claramente, los conductores fumados están ahí.


Cada vez más gente ha estado fumando cannabis en los últimos años, por que es fácil de encontrar, y es más barato, más potente y más aceptado socialmente de lo que solía ser. Muchos fumadores comienzan a los 18, y 10 años después tan solo el 8% de los usuarios han perdido el control de su uso del cannabis. Sin embargo, la mayoría de la gente fuma cannabis solo de vez en cuando, y por un corto periodo de tiempo, generalmente abandonando su uso a partir de los 25, y solo unos pocos fuman cada día durante largos periodos.


Dado que el cannabis es la droga ilegal más utilizada (se estima que un 40% de la población a partir de 12 años la ha probado) y que también es comúnmente fumada en el grupo de edad que también tiene el índice más alto de accidentes de tráfico, se han realizado una considerable cantidad de estudios para determinar si el consumo de cannabis causa más accidentes.


Ya que el cannabis no es especialmente tóxico por si mismo, morir en un accidente es, probablemente, lo peor que le puede pasar a un fumador de cannabis (otra razón para estudiar la cuestión). Así que, ¿Cuan seguro es fumar y conducir?


Esta es una pregunta difícil de responder por su propia vaguedad. Los científicos se han aproximado al problema sub-dividiéndolo en cuatro preguntas más específicas:

  1. ¿Afecta el cannabis a la “circuitería cerebral” necesaria para conducir de forma segura?
  2. ¿Perjudica al rendimiento de las pruebas de conducción el uso de cannabis?
  3. Cuando dos coches colisionan, ¿es más probable que el responsable sea el conductor que va fumado?
  4. ¿Mueren más a menudo los fumadores de cannabis en accidentes de tráfico que los que no lo son?

Intentaremos responder a cada pregunta por orden, teniendo en consideración toda la investigación realizada.


Estudios cognitivos: ¿Afecta el cannabis a la circuitería cerebral necesaria para conducir de forma segura?


El cannabis afecta a la atención, la vigilancia, la percepción temporal, la percepción de la velocidad y al uso del conocimiento adquirido. De hecho, un meta-análisis (una forma de combinar multitud de pequeños estudios para crear uno mayor y de mayor alcance) de 60 estudios concluyó que el cannabis provoca un deterioro en casi todos los resultados relacionados con una conducción segura (tales como el seguimiento, la coordinación motriz, las funciones visuales y tareas complejas que requieren de atención dividida).


La mayoría de los problemas se encuentran con la atención, el seguimiento y las habilidades psico-motrices, con los peores resultados concentrados en las primeras dos horas posteriores al consumo. No están claros los efectos del cannabis sobre el tiempo de reacción.


Otros investigadores coinciden con estas evaluaciones. Peor aún, cuando se usan juntos, los efectos negativos del consumo de cannabis y el alcohol parecen sumarse e incluso establecer sinergías. Si los estudios cognitivos fuesen los únicos estudios realizados, estaría claro que fumar cannabis aumenta el riesgo de sufrir un accidente de tráfico mortal.


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Para ir a la 2ª Parte, pulsa AQUÍ.

Saludos!